Existe la opinión generalizada de que el escritor como tal, no es un oficio, porque cualquiera que haya aprendido esa habilidad en el colegio, lo puede hacer. Y en parte, sólo en parte, es cierto. Cualquiera puede coger una hoja de papel y un bolígrafo, o bien sentarse delante del ordenador, y escribir un relato basado en la experiencia o un poema desgarrador por un amor no correspondido, y con ello ya se considera escritor. Pero desgraciadamente para los que piensen que así es, siento desengañarlos, esto no es verdad. Un escritor se hace a base de trabajo, constancia y método.
Para todos aquellos que aún así quieran continuar con este sacrificado oficio, le dejo estas singulares recomendaciones de Roberto Bolaño.
NÚMEROS
Como ya tengo 44 años, voy a dar algunos consejos sobre el arte de escribir cuentos:
- Nunca abordes los cuentos de uno en uno, honestamente, uno puede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte.
- Lo mejor es escribir los cuentos de tres en tres, o de cinco en cinco. Si te ves con energía suficiente, escríbelos de nueve en nueve o de quince en quince.
- Cuidado: la tentación de escribirlos de dos en dos es tan peligrosa como dedicarse a escribirlos de uno en uno, pero lleva en su interior el mismo juego sucio y pegajoso de los espejos amantes.
- Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo, a Monterroso, a García Márquez. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.
- Lo repito una vez más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral, ni en pintura.
- Un cuentista debe ser valiente. Es triste reconocerlo, pero es así.
- Los cuentistas suelen jactarse de haber leído a Petrus Borel. De hecho, es notorio que muchos cuentistas intentan imitar a Petrus Borel. Gran error: ¡Deberían imitar a Petrus Borel en el vestir! ¡Pero la verdad es que de Petrus Borel apenas saben nada! ¡Ni de Gautier, ni de Nerval!
- Bueno: lleguemos a un acuerdo. Lean a Petrus Borel, vístanse como Petrus Borel, pero lean también a Jules Renard y a Marcel Schwob, sobre todo lean a Marcel Schwob y de éste pasen a Alfonso Reyes y de ahí a Borges.
- La verdad es que con Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra.
- Piensen en el punto número nueve. Uno debe pensar en el nueve. De ser posible: de rodillas.
- Libros y autores altamente recomendables: De lo sublime, del Seudo Longino; los sonetos del desdichado y valiente Philip Sidney, cuya biografía escribió Lord Brooke; La antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters; Suicidios ejemplares, de Enrique Vila-Matas.
- Lean estos libros y lean también a Chéjov y a Raymond Carver, uno de los dos es el mejor cuentista que ha dado este siglo.
Quimera, Nº 166, febrero 1998 y Nº 241, marzo, 2004.
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