viernes, 27 de abril de 2012

SEMANA DEL LIBRO (VI)


¿DEBEMOS TERMINAR SIEMPRE UN LIBRO?

Con el post  de hoy completo esta serie dedicada al Día del Libro, y para ello he optado por un tema que todo lector ha experimentado alguna vez y que nos ha supuesto algún que otro quebradero de cabeza, e incluso, un ligero cargo de conciencia. Parece que existe una regla no escrita que nos obliga a finalizar un libro una vez comenzado. Sólo cuando la lectura nos aburre soberanamente, nos permitimos el lujo de dejar el libro a mitad y aun así, hay que reconocerlo, lo solemos hacer no exento de cierta dosis de desencanto.

Schopenhauer ya nos advirtió que la vida es demasiado corta como para perder el tiempo leyendo malos libros. A veces con leer las primeras páginas es suficiente para determinar si un libro merece la pena o no. En cualquier caso cada cual tiene sus mecanismos para averiguar si una obra es buena y a qué tipo de libros hay que darle más oportunidades que otras. 

Aun así, hay que tener en cuenta que no todos los libros, por muy buenos que nos parezcan, tienen un buen final. Kafka afirmaba que a partir de un punto en el desarrollo de la historia, el escritor puede decidir acabar cualquier novela en cualquier momento y con cualquier frase. En este sentido, hay quienes tienen por costumbre leer sólo lo verdaderamente provechosos de cada libro. Es la trama de un libro, más que ninguna otra cosa, lo que nos empuja a seguir leyéndolo. Por sí misma, en primer lugar, y para conocer cómo se desarrolla la acción. Pero también porque creemos que a una buena trama le sigue necesariamente un buen final, aunque nuestra experiencia como lectores lo contradiga constantemente. La asimilación que hacemos de muchas obras sería otra –y mejor, por descontado– con tan sólo ejercer el derecho que nos asiste, como lectores, a cerrar el libro antes de que empeore. 



En definitiva creo que no es necesario convertir el hecho de llegar a la última página en una cuestión de autoestima. A menudo el quedarnos únicamente con lo que más nos ha gustado, e incluso, por qué no, el pensar que la historia termina como a nosotros nos gustaría, hace de la lectura un placer mucho más gratificante. Además, si los escritores pueden decidir cuando terminan un libro ¿por qué no nosotros lectores? Así que debemos tener claro que como lectores nos asiste el derecho de abandonar un libro cuando la trama carece de total interés para nosotros. No se trata de un pequeño desliz que podemos permitirnos de vez en cuando; es, de hecho, la actitud más sana con que podemos enfrentarnos a la literatura.

miércoles, 25 de abril de 2012

SEMANA DEL LIBRO (IV)


 EL PRIMER LIBRO ELECTRÓNICO

Corría el año 1935 cuando el autogiro de Juan de la Cierva realizaba impresionantes pruebas en Madrid, nacía el escritor Francisco Umbral o el parquímetro era conocido ya en el mundo. Ese mismo año también salen al mercado editorial los primeros libros de bolsillo, los Penguin Books ingleses. Este hecho, en principio sin mayor importancia, aparte de la ventaja que significó el poder llevar un libro en el bolsillo de la chaqueta, supuso también el inicio de la puesta a disposición del público masivo de las obras clásicas y modernas más importantes del momento, contribuyendo a la democratización de la lectura. Pero esto no son sólo algunos de los hechos ocurridos en 1935. También ese mismo año se diseñó el primer lector de libros automatizados, con el que ya se pretendía hacer de la lectura un enriquecimiento personal más placentero y cómodo gracias a la tecnología.


 El funcionamiento era bastante sencillo. Se trataba de fotografiar los libros y luego proyectar la página ampliada contra la pantalla que quedaría ante la cara del lector, que podría graduar a su antojo el foco, la intensidad de la luz o la posición del chisme en su conjunto. Microfilms, proyectores, válvulas de vacío, brazos articulados y botones de ajuste… todo ello convenientemente fijado a una lámpara de pie, algo totalmente revolucionario pero nada práctico. 

                                                                  vía Smithsonian

Generalmente el progreso se va forjando paso a paso, incluso ese gran salto para la humanidad supuso un paso pequeño para el hombre.

lunes, 23 de abril de 2012

SEMANA DEL LIBRO (II)

Hoy celebramos el Día Internacional del Libro, un día en el que aprovechamos para comprar libros o en el que pensamos que libros podemos regalar a esas personas más cercanas. Hoy día de fiesta para los bibliófilos, bibliómanos, bibliólatras, bibliotropistas, pero sobre todo para los bibliocleptómanos,  también puede ser un buen día para plantearnos algunas cuestiones en torno al libro. 

by npasel

 Tal y como se viene celebrando en muchos lugares el día del libro, con el regalo de una rosa o descuentos por la compra de un libro, o incluso con la firma del autor, a lo que hay que sumar, no nos olvidemos, las noticias del día siguiente, cuyos titulares hablarán del libro más vendido, se trata sobre todo de una fiesta montada por los grupos editoriales  para ver quién vende más. Por lo tanto el día del libro se ha convertido en una celebración totalmente mercantilista, donde sobre todo se magnifica el libro como continente, pero no el contenido, que quizás sea lo que más falta nos hace.

Si nos paramos a pensar detenidamente esta cuestión pronto entenderemos que una cosa es el libro, como soporte físico, ya sea de papel y cartoné, o electrónico, y otra muy distinta el contenido del libro. Entre todos los artículos que leo sobre las ventajas y e inconvenientes de la lectura en papel sobre cualquier medio electrónico, destacan posturas que van desde las apocalípticas, utilizando la terminología de Eco, que miran hacia el pasado y se aferran a las viejas costumbres, y los integrados, defensores, en este caso, de las múltiples ventajas que nos ofrece cualquier dispositivo electrónico de lectura, pero entre unos y otros son contadas las ocasiones en las que alguien haya mencionado el contenido como el elemento principal a tener en cuenta, pues en definitiva, se trata de lo mismo.

                                                    by GagneDouze

Creo que debemos ser más honestos con nosotros mismos y dedicar este día a la lectura en general, independientemente del soporte que sea. Entre todos debemos hacer de la lectura un hecho cotidiano, que  nuestros hijos, nuestros alumnos, nuestros pacientes… vean que leemos, y de ese modo puede que llegue el día que una persona anónima defienda ante las cámaras El Quijote con el mismo fervor que lo hace ahora por los colores de su equipo.

                                        by Isai Alvarado Photography

domingo, 22 de abril de 2012

SEMANA DEL LIBRO (I)


Aquí os dejo un ilustrativo video de como se hace un  libro,  algo ya del pasado. Vale la pena perder los dos minutos que dura este video.


Para ver pulsa aquí